Tarragona: El horizonte de piedra que florece entre el mar y el tiempo
El horizonte de Tarragona no está definido por el fulgor de los rascacielos, sino por la robustez de su historia. Es un perfil bajo, anclado en la piedra y en el Mediterráneo, donde cada monumento es un capítulo de un pasado glorioso. Desde la costa, el Amfiteatro Romano se alza como el guardián de un imperio, mientras que, en la lejanía, la Catedral de Tarragona domina la silueta, un faro de fe que ha guiado a la ciudad a través de los siglos. En este horizonte, la piedra aún cuenta historias, anclando el presente a un pasado que late con el pulso del mar.
